Como padres, nos encanta formar parte del crecimiento y desarrollo de nuestros hijos. Pasamos tiempo con ellos, los guiamos, y siempre encontramos tiempo para el juego.

Nos encanta que nuestros hijos sean personas activas y llenas de energía, que puedan desarrollar todas las actividades que les apasionen, y que brillen en donde quiera que se encuentren.

¿Pero, qué pasa cuando esa energía estalla como una bomba que consume todo a su alrededor?

Como padres, también podemos notar esos momentos en los que la atención de nuestros hijos se disgrega con mucha facilidad, que les cuesta concentrarse en algo sin distraerse, o incluso, momentos en los que parecieran no estar enfocados en nada.

Esto trae como consecuencia que nuestros hijos pierdan la atención con facilidad, puedan perder la paciencia fácilmente, les cueste seguir instrucciones, interrumpan, sientan la necesidad constante de hacer algo distinto, y tengan una falta de atención a los detalles.

¿Y qué puede haber detrás de esto?

La respuesta que muchos podrían decir es que por supuesto, son niños, se distraen con facilidad. Y es cierto, es bastante normal que los niños tengan períodos de atención más cortos que un adulto.

Pero, a pesar de que no lo notemos, nuestros hijos pueden encontrase bajo mucho estrés debido a los constantes cambios y situaciones del mundo que nos rodea, o a realizar muchas actividades en un mismo tiempo.

Más allá de eso, desórdenes como el Trastorno Hiperactivo de Déficit de Atención (TDAH) no tienen una causa específica, a pesar de tener relación en algunos casos con lazos sanguíneos, problemas en el embarazo, y variación en las sustancias químicas del cerebro ( fuente: https://www.webmd.com/add-adhd/childhood-adhd/adhd-causes)

Sin embargo, una mala alimentación también puede estar detrás de esa falta de atención.

Los bajos niveles de magnesio pueden causar déficit de atención en nuestros hijos. Esto ocurre especialmente en momentos en los que se encuentran altos niveles de estrés, ya que el magnesio es necesario para regular la adrenalina que es liberada en esos momentos.

Una baja cantidad de magnesio en el organismo hace que al cerebro le cueste mantenerse calmado y concentrado en la actividad a desarrollar. Incluso, expertos como Elbaz, Zahra, y Hanafy (2017) relacionan la baja cantidad de magnesio con trastornos como el TDAH (fuente: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1110863016300283)

Una dieta balanceada que incluya este macromineral puede ayudarnos a mantener a nuestros hijos bien enfocados sin perder la energía al desarrollar sus actividades diarias. Alimentos como la espinaca, las almendras, el chocolate negro, el aguacate y el yogurt son ricos en magnesio.

También, existen suplementos como el Attentive Child Chewable Wafers 30’s, que contribuye al desarrollo del metabolismo cerebral en los niños al ayudar a que el cerebro mejore sus capacidades de concentración. Este suplemento no solo incluye magnesio, sino también sustancias como el extracto de semillas de uva, que tiene propiedades antioxidantes.

Así ya lo saben, como padres podemos estar tranquilos, no hay razón para que nuestros hijos no puedan ser personas activas y llenas de energía, y que a la vez puedan concentrarse en sus actividades diarias.